Cabanillas, José Julio
España
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Junio
Como llegó el verano tú te inclinas
a tus espigas, solo. Nadie sabe
de nadie, ni preguntas. Hay el suave
cabecear que el viento arremolina.
Hay sudor como hay frentes como hay luna.
Como hay gente que llega o que se muere
y un carnaval -Hermano, a nadie esperes-
de soledad más sola que ninguna.
Pronto serán de pan estas espigas.
A una mesa, sentada alrededor,
se hablará gente de cien mil raleas.
Se rozarán las manos, casi amigas,
y el rico bailará con la más fea,
que no hay cosa más rara que el amor.
Cabanillas, José Julio