Más que en el Cid, relámpago hecho hazaña
En unos ojos negros he conocido a España.

Los ojos de una niña que cumple años el día
En que cumplen las rosas y cumple Andalucía,

Su nombre, por lo claro, por lo dulce y sencillo
Puede decirlo el agua tocando un caramillo.

Es morena lo mismo que lo es la madrugada
Cuando enciende los trinos de su primer jornada.

Las noches de la Alhambra tejieron en su pelo
La miniatura exacta de una noche del cielo.

Su voz, hace veinte años fue pulpa de manzana
Y un golpe de la brisa la convirtió en campana.

Y afirman que en sus labios de curvatura esquiva,
dos claveles toreros buscan su alternativa.

Aún no tiene sombras y sobre ella parece
Que hace ya veinte siglos que la historia florece:

La historia de una raza que para hacer blasones
Talló a cincel la piedra, la Fe y los corazones.

En sus núbiles ojos rasgados y profundos,
Brilla el valor de un pueblo que conquistó dos mundos.

Por sus aguas navegan dos negros africanos
Llevando al Rey Fernando los tesoros indianos.

Si esos ojos nos hablan del Mio Cid guerrero
Sobre sus charreteras se desfleca un lucero.

Si por Alba de Tormes señalan el camino,
Teresa traspasada, no es corazón, es trino.

Si besan la bandera que venció a los franceses,
El dos de Mayo en ellos se ilumina dos veces.

En sus noches gemelas muelen el firmamento
Con su grano de trigo los Molinos de Viento.

Don Alonso Quijano, Señor de la Esperanza,
Rinde ante sus almenas su entereza y su lanza.

Si empañara su brillo una gota de llanto,
Lloraría en su tumba el Manco de Lepanto.

Porque esos ojos negros donde se quema el día,
Son el alma de España y son su dinastía.

Un río de laureles cruza sus meridianos
Entre alfanjes moriscos y espadas de cristianos.

Boabdil dejó por ellos ciega su cimitarra
Una tarde en que hablaba de amor una guitarra.

La fresca transparencia que su fondo ilumina
La escribiría en rocío Gutierre de Cetina.

Y Bécquer, el poeta del amor verdadero
Con la luz de esos ojos compraría un lucero.

Son ojos españoles que saben que en Granada
La historia es una niña que vive enamorada.

Su belleza eterniza romances y cantares.
y hace florecer nombres como Alcalá de Henares.

Su incendio abre en Sevilla la Feria de las flores
Y en la arena del ruedo "pica" a los "picadores".

Los ojos de esta niña se saben de memoria
Su tierra, su paisaje, su pasado y su gloria.

Su nombre? N o es preciso, lo cantan los violines
Y el Retiro, por mayo, lo escribe en sus jardines.

Es tan leve y tan claro que podría "Platero”
Llevarlo por el mundo a la luz de un lucero.

España tiene ojos de mujer española
Y es por eso que España se inmortaliza sola.

Mientras ellos custodien su patria a cielo abierto,
España es un milagro y el Mio Cid no ha muerto.