Ulloa, Luis de
España
Lecturas: 8.712


EN OCASIÓN DE HABERLE FALTADO DOS DÍAS DEMOSTRACIÓN DE LA MEMORIA DE CELIA

Hoy también niegas a las ansias mías,
de tus memorias, Celia, las señales,
así me dejen solo con mis males
en las eternidades de dos días.


Aquel dulce veneno que vertías,
lisonja de mis penas inmortales,
repetido por términos iguales,
templaba las sedientas agonías.


Como me le suspende tu mudanza,
mas, hay temores atrevidos, paso
que llegáis a lo vivo del sosiego.


Todo lo emprende la desconfianza.
Ojos, agua, y más agua, que me abraso,
pero tampoco tanta, que me anego.

Ulloa, Luis de

Subir