Abente y Lago, Victorino
España
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EL BESO

Llámase beso aquel acto
En que un objeto se toca,
Arrimándole la boca
Con cariñoso contacto;
Hay varias clases de besos:
Besos de amor, de contento,
De amistad, de cumplimiento,
Naturales y traviesos.

Tienen denominación
De traviesos, los robados,
O furtivamente dados;
Algo así, como a traición,
En ellos el delincuente
Nota, por la consecuencia,
El grado de complacencia
Que tiene la recipiente.

Es el beso natural
El de espontáneo cariño,
Como el que damos a un niño
De expresión angelical.
Y son también naturales
Otros besos cariñosos,
Sinceros y afectuosos
Como son los maternales.

Los besos de cumplimiento
Por lo general, son vanos,
Puramente cortesanos,
Sin pizca de sentimiento.

Como esos que en las visitas
Y paseos suelen darse,
Al verse y al despedirse
Señoras y señoritas.

Es beso de simpatía
El que llaman de amistad,
Hay en él sinceridad
Y algo de coquetería.
Suelen, en las reuniones,
Las chicas de buen aspecto,
Mostrar especial afecto
Con esas demostraciones.

El de contento, se dice,
Cuando alegremente es dado
Festejando el resultado
De algún suceso felice.
Como el buz, llamado así,
El beso de acatamiento
O de reconocimiento,
Que no se usa por aquí.

Beso de amor: ¡Oh sublime
Y amantísimo contacto
De dos bocas, cuyo tacto
Profundo placer exprime!
Es prolongado, absorbente,
Húmedo, amante, expresivo...
No hallo el calificativo
De un beso tan excelente.

Este es el beso mejor
Que se puede imaginar;
Pero hay que saberle dar
Con exquisito primor.
Beso tal, que el corazón,
Al darle, siéntese opreso
Y le impide extraño gozo
Palpitar con expansión.

Y tanto anhelo provoca
Ese divino momento,
Que, llena de sentimiento,
Sale el alma por la boca.

Abente y Lago, Victorino

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