R. Frejtman, Teodoro
Argentina
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EL AMOR DEL SOLDADO

Sólo minutos dispongo
para escribir un poema
es que ya llega la aurora
y los fusiles despiertan.
Tintas de amor y de sueños
y pocos instantes restan
en medio de la metralla
preñada por la tormenta
con un dolor color carne
de heridas que yacen secas.

Es que palabras no hallo
y los versos se cercenan
por un rugir de cañones
en esta oscura trinchera.
Cómo puedo beber vida?
si la muerte está tan cerca.
Cómo encuentro consonantes?
si el alma se vuelve yerma
y las vocales se espantan
con las luces de la guerra.

El reloj no se detiene.
Corre y corre. Y por mis venas
vagan, crecen, precipitan
inconclusas rimas sueltas.
Es este amor de soldado
que llama un sol y festeja
la sed de besos enteros
para su cuerpo de menta
para su pelo de viento
que en mí se vuelven esperas.

Ya no me quedan rincones
donde apoyarme de letras.
Mi carta muere en silencio
la luna es plomo y violeta
y el alcohol es horizonte
donde mi piel se confiesa
desde una lágrima turbia
con una voz de quimeras
y un lápiz que llora y llora
pues nunca seré poeta.

R. Frejtman, Teodoro

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