Dolor de Castilla tengo
metido dentro del alma,
dolor de tierra y de hombre,
dolor de sarmiento y zarza,
dolor de trigo y de hielo,
dolor de arado y de arada,
dolor de soles y vientos,
dolor de noches, de albas,
dolor de exceso de lluvias,
dolor de lluvias escasas,
dolor de ilusiones rotas,
dolor de risa, esperanza...
Tengo dolor de meseta
en aridez dilatada,
y en cada dedo la angustia
de les hombres que trabajan,
dolor de emigrante y pena,
con una dulce nostalgia,
que por tierras campesinas
en ilusiones cabalga.
Hombres enjutos, austeros,
hechos retablo en la escarcha,
solos en la soledad
de la arcilla que les llama,
entre labios lleváis risas,
en el corazón palabras,
en los ojos horizontes
y quietud en la mirada,
hechos de polvo y silencio
con la carne desgarrada,
sueños de rosa en la noche
que deshoja la alborada.
Hombres en dolor forjados
sobre yunques de besanas,
gigantes de parameras
hormigas en las llanadas,
Castilla mía, sufrida,
laboriosa y abnegada,
en expresión elocuente
tremendamente callada.