Quiñónez, Delia
Guatemala
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Ariadna invicta
Desde el extraño laberinto
de tus noches
vuelo invadida
de espermas y recuerdos.
Pero he dejado antorchas
en cada pasadizo
donde bebíamos el vino
y la cópula
de cada día nuevo.
Y tú
ahora doblemente ausente,
mitad toro, mitad hombre
buscas el túnel
que abrasaba tu fuego
con la ira
de todos los relámpagos
y la furia
de todos los silencios.
Estoy dejando atrás
el extraño laberinto de tus noches:
vuelo
sobre mar abierto,
con alas cada día renovadas.
Y muy cerca del sol
invadida de espermas y recuerdos,
mis alas se templan
y emprendo, triunfal,
el retorno hacia el olvido.
Quiñónez, Delia