Acuña, Manuel
México
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Anciano Anacreón dedicó un día

Anciano Anacreón, dedicó un día
Un himno breve a Venus orgullosa;
Solitaria bañábase la diosa
En ondas que la hiedra protegía:
Las palomas jugaban sobre el carro
Y una sonrisa remedó la fuente:
Y la fama contó que ha visto preso
Al viejo vate por abrazo ardiente,
Y las aves murmuran de algún beso.

¿Qué es nuestra vida sino tosco vaso
Cuyo precio es el precio del deseo
Que en él guardan natura y el Acaso?
Cuando agobiado por la edad le veo,
Solo en las manos de la sabia tierra,
Recibirá otra forma y otro empleo.

Madre Naturaleza, ya no hay flores
Por do mi paso vacilante avanza:
Nací sin esperanzas ni temores,
Vuelvo a ti sin temores ni esperanzas,

Acuña, Manuel

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