Salado, Minerva
Cuba
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Anciana en el parque
El árbol te fue regalado cuando llorabas.
Muy pocos entendieron la humedad del día.
Trazaste una interrogación ciega
absurda para los más complejos
que dejaron la tela de araña en el ambiente imperceptible.
No comprendieron enseguida que tú llorabas simplemente
frente a la ternura.
No se detuvieron a mirar hacia la calle quieta
ni siquiera un niño atisbaba a través de las persianas.
Después la cámara no funcionó
el cielo estaba oculto por una nube
no hubo celuloide para fijar ese minuto en el tiempo
traerte el árbol dibujado en la foto
sus flores abriendo la primavera.
Salado, Minerva