R. A.-Valdés, Emma-Margarita
España
Lecturas: 12.526


¡NO SE AHOGUE MI ESPERANZA!
En la barca de mi vida
surco un mar desconocido,
el derrotero perdido,
la esperanza desvalida.
Mi marea se agiganta
y te llamo desde el miedo,
no reniego de tu credo
pero la fe se quebranta.
Yo sé que Tú estás conmigo,
que vigilas mientras remo;
no te extrañes si ahora temo
a pesar de estar contigo,
pues el mar es tan profundo,
las tormentas tan oscuras,
y las luchas son tan duras
en este maldito mundo,
que, a pesar de estar contigo
y saber que Tú me amas,
te llamo mientras me llamas,
y te pido, fiel amigo,
que calmes estas mareas
que me arrastran al abismo,
que se acabe el espejismo
que esclaviza mis ideas,
trae de nuevo la bonanza,
líbrame de todo mal,
¡dame tu paz celestial!,
¡no se ahogue mi esperanza!
R. A.-Valdés, Emma-Margarita