Hay días que se respiran a bocanadas
pero se encuentran versos a bocajarro.
Días oblicuos que se viven a destajo
y días líquidos que se escapan a chorros.
Hay instantes que parecen vidas
y vidas fugaces como un suspiro.
Hombres que parecen tristes gatos
sorteando tejados con nieve
y hay gatos con siete vidas
que maúllan, en celo a todas horas,
como algunos hombres de nevadas tejas.
Hay veces que todo parece azul
y veo las Meninas en tus ojos,
en cambio hay rachas
en las que se cierran los museos
y sólo están abiertas las tabernas de putas,
las oscuras y frías sacristías
y algunas avenidas sin nombre,
o con nombre de guerra...