Gutiérrez Gabela, Florentino
España
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LA NOCHE DE LOS CUENTOS
¿Puedo yo, François Villón, malviviente y proscrito,
saludar a las constelaciones desde mi soga
de ahorcado?
Yo maté a los espías de las estrellas delatoras
al señor feudal de las tempestades
a los guerreros templarios de la Edad Media
tampoco niego haber matado a Nietzsche y a Kant
me entristecí por Pound y Genet
me conmovió Rilke
he amado a Rimbaud en el corazón de Paris
me emborraché con Dylan Thomas en las tabernas
de Gales
idolatré siempre a los malditos y alucinados
admiré a los metafísicos y surrealistas
a los que fueron precoces en su muerte
todos los versos alcohólicos de los bohemios
a los heterodoxos desde hace mil años
a todos los poetas suicidas de todos los siglos
a Maupassant en su manicomio,
he visto a Karyotakis disparándose al corazón
un verano de mil novecientos veintiocho,
a Lowry bajo su volcán en Cuernavaca
a Celan en el Sena, a Silvia Plath
seducida por el arte de morir a los treinta años
a Pavese el bello verano del cincuenta
¿acaso tendrá la muerte tus ojos, Pavese?
Poetas de las pirámides
soñadores de las estrellas
el pájaro duerme.
Se acabó la noche de los cuentos.