Haguilar, Jorge Humberto
El Salvador
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II
¡Qué escurridizo es el amor!
Ayer lo atrapé.
Entre las redes de mi querer quedó,
quedó sin poder escapar.
Yo me llené de euforia,
gritos y saltos de alegría
salían de mi alma...
Y cuando sentí tenerlo por siempre
alcé mis brazos
atrapando nubes cándidas
para limpiar el amor
y hacerlo más puro,
Así lo hice.
Luego, alcé nuevamente mis brazos,
esta vez en señal de victoria
y cuando lo hice,
solté la red de mi querer
y el amor se me escapó,
no sé hacia donde, no sé.