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Abente y Lago, Victorino
España
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EL FRAILE DE ANTAÑO
Miradle en la poltrona donde mima
Su abdomen bien repleto, el cual, cubiertas
Las digestivas ganas, suelta ciertas
Señales del contento que le anima.
El índice y el pulgar juntos arrima
De cuando en cuando a las nasales puertas
Que, al empuje dado, más abiertas,
Absorben el rapé que tanto estima.
Rebosando fruicción, repantigado,
En el cómodo asiento, vive ajeno
Del continuo desvelo y del cuidado
Con que al hombre el trabajo puso freno,
Y, viéndole a sus pies arrodillado,
Dice: "Bueno es el mundo, bueno, bueno".
Abente y Lago, Victorino