Cuando sientas la carga de los años
sobre tus hombros cabalgar sin tregua,
acércate a la lumbre y ve buscando
dónde mecer tu corazón en vela.
Mira a través del ondulante fuego
desfilar, luz y sombra, tu existencia,
enhebrando en las ondas de tu pelo
el nuevo resplandor de otra quimera.
No te dejes vencer, sigue adelante.
Sin que podamos detener las horas
la muerte llegará, temprano o tarde.
Olvida su sarcástica amenaza,
de tu angustia los pétalos deshoja
y atrévete a vivir sin esperarla.