Cuando sólo era
un niño estupefacto
viví durante años
allá en colón
en un casi tugurio
de latas
fue una época
más bien
miserable
pero nunca después
me sentí tan a salvo
tan al abrigo
como cuando empezaba
a dormirme
bajo la colcha de retazos
y la lluvia poderosa
cantaba
sobre el techo
de zinc