Fuente: https://www.abc.es/cultura/cultural/william-yeats-detener-palabras-fugitivas-20230509104433-nt.html
Selección de Jordi Doce de la obra del poeta irlandés. Una antología esencial, bellísimamente ilustrada por Sandra Rilova.
Yeats ha sido uno de los poetas que más influyeron en la poesía europea de la primera mitad del Siglo XX. Su eco se deja notar de manera muy clara en el joven Pound y, de manera muy distinta e incluso distante, en el maduro Eliot: el primero, que fue secretario de Yeats entre 1913 y 1916, tomó de él y de Browning el uso del monólogo dramático; el segundo, la calidad fónica del verso y la modulación de la dicción de su escritura, así como su idea de «la impersonalidad».
Juan Ramón Jiménez se inspiró en ‘A coat’ de Yeats para escribir uno de los más conocidos de los suyos y lo citó textualmente en Espacio, como también haría más tarde Gimferrer, y practicó la misma obsesión correctora que padeció Yeats.
Cernuda, que fue el primero de nuestra lengua que comprendió la significación poética del irlandés, tradujo y comentó su poema ‘Bizancio’ y le dedicó un sólido y documentado estudio en 1960, demostrando conocer muy bien no sólo su obra sino también la bibliografía secundaria sobre él.
POESÍA
'He extendido mis sueños a tus pies' Imagen - 'He extendido mis sueños a tus pies' Autor William B. Yeats Editorial Nórdica Año 2023 Páginas 129 Precio 22,50 euros Al comentar el poema ‘Bizancio’ alude Cernuda a una carta del 20 de septiembre de 1937 en la que el Premio Nobel de Literatura de 1923 escribe: «Creo que si me dieran un mes de la antigüedad, con permiso para pasarlo donde quisiera, lo pasaría en Bizancio, un poco antes de que Justiniano abriese Santa Sofía y cerrara la Academia Platónica».
El ideal de Yeats era «vivir una vida apasionada y expresar las emociones» Cernuda recorre la amplia correspondencia de Yeats, extrayendo pasajes que le parecen significativos, como la epístola del 21 de diciembre de 1888 a Miss Tynan, en la que le confiesa: «No quiero decir que debamos buscar inspiración en los viejos poemas y baladas, sino que indaguemos en los nuevos métodos para expresarnos a nosotros mismos»; u otra, dirigida a la misma destinataria, unos meses antes, el 6 de septiembre, en la que expone que «Un poema debe llevar consigo su propia ley».
Su preocupación por el lenguaje se hace muy patente en otra del 3 de febrero de 1889, en la que dice que «Las palabras siempre están tomando algún sentido secundario que las vuelve convencionales» y que «Una de las tareas de la poesía es detener a las fugitivas y hacerlas que recuperen su sentido», algo que matizará en enero de 1910: «Las palabras deben ser las palabras rápidas y naturales que sugieran las circunstancias de donde proceden».
Teoría de la máscara El ideal de Yeats era «vivir una vida apasionada y expresar las emociones así encontradas en lenguaje sencillo y rítmico», porque para él «lo que da fuerza al idioma poético es la lengua común».
Su teoría de la máscara le sirvió tanto para objetivar su mundo como para ocultar o disfrazar su propia intimidad. Traducido en nuestra lengua por Dámaso Alonso, Jaime Ferrán, Fernando Robles, Juan Tovar, Jaime García Terrés, Javier Marías, Alejandro García Reyes, Ángel Rupérez, Manuel Soto, Francisco Torres Oliver y Francisco Ruiz Casanova, entre otros, esta selección de Jordi Doce tiene la ventaja de constituir una antología esencial, traducida con temperatura y valor poético, bellísimamente ilustrada además por Sandra Rilova, que nos permite acceder a un tipo de escritura cuidada, simbolista y musical, cuya expresión se apoya en un sistema de pensamiento, con ecos de Coleridge y Byron, que configura una singularísima cosmovisión.
JAIME SILES