La poesía de José María Bastar Sasso - Mexico

Fuente: http://www.elcorreodetabasco.com.mx/2014/12/12/la-poesia-de-jose-maria-bastar-sasso/

Cuando nos referimos a la poesía de José María Bastar Sasso, generalmente pensamos sólo en sus poemas regionales como "La Quiebra", "El chubasco", "Mi Musa" y otros más que han gozado de siempre de la aceptación popular.

Contribuyó a crear esta imagen, el comentario del maestro Francisco J. Santamaría, quien al referirse a Bastar Sasso en su libroLa Poesía Tabasqueña, asienta que: "Bastar Sasso pinta con colorido fuerte y vivo; tiene alma y fisonomía regional inconfundible su verso; capta el paisaje y estereotipa los personajes lugareños con precisión fotográfica". Más adelante expresa: "Poetiza con el elemento grueso de las clases populares y concierta la rudeza del zafio con la armonía de la belleza en el paisaje y la hondura —siempre definitiva y genésica— en el amor. Es un poeta de ingenio". Para terminar afirmando: "Bastar Sasso derrama gracejo y malicia rancheriles en su poesía que intencionalmente esmalta de giros, retruécanos y símiles con salsa gorda, a veces hasta pornográfica, como para ser digerida por estómagos de la provincia que recuerda de 'El Negro Melenudo' las décimas escatológicas, pero olvida su 'Ayer y hoy' y su 'Aristocracia jalpaneca', o el madrigal 'En un abanico'."

Pero a decir verdad, José María Bastar Sasso, no es tan solo el poeta costumbrista cuyas bombas, cantares y poemas de ambiente campirano merecieron el aplauso en la época garridista. En la obra juvenil de este inspirado tabasqueño, predomina la nota plena de erotismo, a veces tan desbordante, que hizo exclamar a Santamaría, al referirse al libroEstival, de Bastar, en su Bibliografía general de Tabasco: "Y dale con la manía pornográfica", opinión del todo indebida, puesto que, como Andrés González Pagés lo hizo notar en brillante comentario, la poesía de Bastar Sasso, en ningún momento resulta pornográfica; es, en nuestra modesta opinión, ya lo dijimos antes, plena de erotismo a veces desbordante, y para confirmar nuestra observación está lo aseverado por Carlos Pellicer, quien califica la poesía de Bastar Sasso de violenta, seguramente por su fuerza, por su intensidad, por su vehemencia.

Y no solamente podríamos clasificar la obra poética de Bastar Sasso como regionalista y erótica. No. Hemos encontrado en su obra, una serie de poemas de tipo social o "de protesta", como gustan llamarle aquellos que se autonombran poetas comprometidos; baste citar, como prueba de lo que asentamos: "Ultraje", "El frigio del Caribe" y "Presagio". En este grupo de poemas, don Chema, como cariñosamente se le llamó en Tabasco, demuestra su simpatía hacia las causas populares y su acendrado indoamericanismo, traducido en fobia antiyanqui.
Hay un largo poema en la obra de este hombre graduado en la escuela de la vida —y en la "Universidad del Blanquillo", como irónicamente le respondió a Félix F. Palavicini en cierta ocasión que el entonces director del diario "El Universal", quiso mortificarlo—, en el que con hondura reflexiva, se acerca a Jesús de Nazaret y, el garridista reconocido, el anticlerical militante, dice cosas profundas y tiernas sobre Cristo, como el más convencido creyente. Daniel Gurría Urgell, cristiano de corazón, católico devoto, considera este poema, llamado "El hijo del hombre", como el más luminoso de la obra de Bastar Sasso.

También encontramos en los poemas de don José María, vibrantes muestras de su veneración y respeto por quienes, con su heroísmo y entrega absoluta, nos legaron una patria libre y generosa. Ejemplos de su poesía épica son "Cuitláhuac", "Izancanac" y "Gesta liberal".

Mucho se criticó a don Chema que no evolucionara, de haber continuado fiel a los poetas que brillaron en los albores del Modernismo. Sobre el particular, el culto escritor Manuel R. Mora, escribe lo siguiente:

"No trato de minusvalizarlo si afirmo que se ancló en los precursores del Modernismo: en Darío, en el Duque Job, en Manuel José Othón, en Lugones, en Díaz Mirón. Grandes poetas todos. Sin embargo, Chema pudo haber penetrado las tendencias que, a partir de los Futuristas italianos, constituyen lo que Guillermo de Torre denomina literaturas de vanguardia, no por el contenido político, sino a virtud del enfoque estético. Mucho hubo de transitorio y fatal en ellas, ciertamente. También de intemporal".

Coincidimos con la opinión de Manuel R. Mora en el sentido de que Bastar Sasso tuvo la cultura, el talento y la sensibilidad necesarios para incursionar en todas las corrientes vanguardistas y si no lo hizo, fue porque no creyó necesario hacerlo y, no obstante, su obra, consistente y espléndida, que como hemos visto, no es únicamente regionalista, estamos seguros que trascenderá.

"La poesía de Bastar Sasso —dice el poeta Agenor González Valencia— tiene la transparencia de nuestros ríos. En ella se reflejan las ninfas. La mirada goza del paisaje y una sonrisa de niño travieso dibuja en señal de triunfo el arabesco del epigrama, atrapado en la red imaginativa del poeta".
Pero, es todo por hoy, amables e hipotéticos lectores, les invitamos a leernos el próximo viernes, en este mismo espacio de su diario vespertino favorito, "El Correo de Tabasco", si los hados nos resultan propicios y el destino no nos alcanza.