La ficción y el mundo de los sueños tienen historias extraordinarias” - México

Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2015/896732.html

Un exiliado interno en su natal Irlanda, un escritor de ficción que prefiere leer filosofía, un admirador de la ciencia porque permite que las personas acepten sus errores y un hombre de 69 años que basa su vida en la imaginación.

Ese es John Banville, conocido también por su seudónimo Benjamin Black, uno de los principales autores del mundo, quien ayer estuvo en la ciudad de Buenos Aires.
"Cuando era joven podía controlar todo, pensaba que sabía exactamente lo que estaba haciendo. Me puse a escribir una novela histórica de Kepler y Copérnico, era muy ambicioso de joven y quizá bastante estúpido, pero luego me di cuenta de que esa era la dirección incorrecta, debía basarme en la imaginación. Así lo hice", expresó el creador del célebre forense Quirke.
Durante una charla en la 41 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Banville destacó que sólo la imaginación puede crear al mundo e incluso más que los hechos reales, por eso su arte de escribir se basa en la ficción.
"Henry James dijo que el arte hace a la vida y para mí eso significa que el arte moldea la experiencia incoherente que tenemos todos los días durante las 24 horas que vivimos, porque incluso cuando dormimos nuestro cerebro imagina mundos y creaciones. Es decir, el arte toma esa incoherencia y la moldea en un objeto finalizado", expresó.
En la literatura –aseveró–, los lectores imaginan que las novelas son su vida, sin embargo, éstas tienen un principio, una parte media y un final. "La vida no es así, pero el arte nos ofrece la idea de completitud que no tenemos. Entonces los hechos sí son verdaderos pero el arte es otro tipo de verdad".
En la charla, el autor de El libro de las pruebas y La rubia de ojos negros, precisó que la ficción y el mundo de los sueños son comparables porque ambos tienen historias extraordinarias, llevadas al extremo y con posibilidad de modificación.
"Cuando tenemos un sueño magnífico, es tan vívido que se nos queda durante los días siguientes y cuando se lo describimos a otra persona, ésta bosteza porque no hay nada más aburrido que los sueños de otros. Pero si lo convertimos en un libro, ustedes van a tener ese sueño y de eso se trata la ficción: escribir las historias extraordinarias que para el lector son reales. La ficción es un sueño moldeable", dijo.
AMOR A LA POESÍA. Vestido de traje negro, con corbata roja y de buen humor, ayer John Banville habló de sus defectos, como envidiar a quienes reciben premios, admirar a los animales por no temer a la muerte, pero sobre todo destacó la envidia que siente por los poetas.
"Leo poesía constantemente y envidio a los poetas porque hay tantas cosas que pueden escribir sin que signifiquen algo. Eso no se puede hacer con la prosa, ésta debe tener sentido y no música. Por eso los envidio, a veces escribo una oración y me doy cuenta de que es música y no debo cambiarle nada", expresó.
El Premio Franz Kafka 2011 (considerado antesala del Nobel), también destacó la existencia de otras poesías, como la mitología griega, el mundo cinematográfico y la ciencia, a las cuales les ha dedicado varios años de su vida.
"Uno de nuestros grandes desastres es que perdimos la genialidad de los griegos, quienes crearon un sistema para enfrentar todo en este mundo. Si llovía, había un dios que lo hizo. Luego llegó la noción del único dios y fue un desastre. En ese sentido, habría que volver a los infinitos, a la interpretación".
Para Banville, las mitologías son poéticas porque interpretan los sentimientos difíciles de la humanidad "Nosotros los evitamos, no podemos ver en la oscuridad como los gatos, tenemos una visión acotada y una experiencia muy diminuta, pero no por eso creo que todo los dioses como Juno existan, pero sí creo en la interpretación de lo desconocido".
En la charla, la crítica literaria Matilde Sánchez, cuestionó al autor si le gusta leer filosofía, a lo que el autor exclamó su fascinación. "¡Me encanta, prefiero eso que la ficción! Aunque la física del siglo XX aportó más ideas que la filosofía, ambas tienen ideas bellísimas".
Y prosiguió: "pero lo que más me gusta de la ciencia es su rigor, su disposición a aceptar que están mal cuando viene una mejor respuesta. La ciencia es una forma de poesía, tiene más rigor que el verso, que la poesía y la pintura. Se revisa a sí misma y cambia todo el tiempo, nunca es algo fijo".
Otra forma de hacer poesía, indicó, es el cine ya que definió a las películas como sueños proyectados. "Las películas son nuestra versión de los dioses, de los grandes mitos de la gran mitología. El cine es la poseía de lo popular, nacieron de lo accidental, es un medio extraño y me gustaría hacer algo bueno en ese mundo".
DOS MENTES. Antes de que firmara libros por casi una hora, el autor irlandés, destacó que su prosa es concentración, donde los objetos toman conciencia gracias a la descripción.
"Cuando las cosas o personas se sonrojan por esa descripción tan apasionada, es cuando son más vulnerables. El trabajo del artista es que el mundo se sonroje y sólo Banville puede hacerlo con su prosa, en cambio, Black sólo puede crear una historia".
¿Cómo divide su pensamiento para escribir como dos autores diferentes?, le cuestionó una asistente. "Son dos métodos de trabajo, Benjamin Black escribe muy rápido en la computadora, puede hacer un libro en cuatro meses, mientras que Banville escribe con una lapicera en una hoja y le lleva tres o cinco años escribir un libro", dijo.
"Banville necesita una concentración absoluta, pero Black siempre es un artesano, está consciente de lo que hace. Son dos formas de trabajo diferente. En 35 años trabajé como periodista y editor, escribía de día y por la tarde era oficinista. Es decir, todos nos pensamos como personas únicas, pero tenemos almas múltiples y eso es bueno, si no la vida sería muy aburrida".
Por último, se definió como exiliado interno en Irlanda porque no aborda temas que sus compatriotas quieran leer como las crisis o la Guerra Fría. "El buen periodismo trata los temas que pasan día a día, mientras que el arte trata los temas eternos".

Reyna Paz Avendaño