Fuente: https://www.elmundo.es/madrid/2024/11/20/673ce4dae4d4d8ed5c8b4587.html
La cita poética cumple 18 ediciones, con el estreno de una sede fija, con Mozart y la reinvención de su Réquiem por casi un centenar de artistas.
Alcanza la mayoría de edad y, tras devaneos cual amoríos adolescentes por espacios como Matadero Madrid, Condeduque o el Ateneo, al fin estrena un hogar estable. El festival POETAS cumple su decimoctava edición en La Casa Encendida y «en cierta manera es un renacimiento», destaca Pep Olona, su creador y fundador también de Arrebato Libros, que esta vez comparte dirección con Maral Kekejian.
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«Gracias a instituciones, editoriales, festivales y poetas, la escena poética ya forma parte del día a día de la cultura y el ocio», explica Olona, veterano en esa misión desde que aterrizó en Malasaña hace más de 20 años. «Poco a poco vamos dando pasitos para profesionalizar un sector cultural que sin duda aún es para minorías» y sobre el cual aún «es complicado organizar un festival», reconoce, pues «hay muchas trabas en el camino». Pero «la ilusión es la mejor compañera para poder superarlas», invoca, con ese empeño de POETAS por no desfallecer desde su singularidad por la palabra y el verso, siempre dispuesto a ir más allá de la denominación que lo define.
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Por ello, los protagonistas de la cita, que se celebrará este 22 y 23 de noviembre, serán poetas y sus recitales, cómo no, y de la talla de Chus Pato, reciente Premio Nacional, o de María Eloy-García, «siempre contundente e irónica», y de dos invitadas europeas, como cada año: Babs Gons, referente del spoken word, y la eslovena Nina Dragievi. Pero, en una ya costumbre de POETAS por expandir lo poético, también lo serán Mozart, «una figura que merece ser nombrada como poeta», y su popular Réquiem, la última pieza, inconclusa, que compuso el genio austríaco antes de morir.
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Desplegarán «un viaje emocional lleno de palabras e imágenes inesperadas en la ciudad», detalla Olona sobre ese #Réquiem que presentarán en una ruta de 90 minutos desde el Palacio de Fernán Núñez hasta La Casa Encendida, y que reinventa en pieza escénica aquella misa funeraria. «Una nueva ceremonia contemporánea en la que música, movimiento y performatividad creen junto al público un coro de voces y acciones que revisiten esta composición de nuestro imaginario cultural colectivo», desentraña Kekejian.
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Con los ocho primeros movimientos a escena, los que son atribuibles con certeza a Mozart, se apelará a «la emoción en el espectador», gracias a la intervención de casi un centenar de artistas: la coreógrafa Amalia Fernández, el coro Xenakis, profesionales de la ópera, artistas como Emilio Rivas o Los Torreznos, músicos como Juan Manuel Artero y Tarta Relena con Sara Fontán o la actriz infantil Adriana Sáez-Bravo. Y prosigue la gestora cultural: «¿Cómo hacerle preguntas al Réquiem de Mozart? ¿Cómo construir nuevos imaginarios colectivos entre artistas y público? ¿Qué significa hoy ceremonia? Con esta acción colectiva queremos crear un diálogo entre patrimonio y contemporaneidad», que alumbre un lugar insólito. Y que ya cuenta con libreto propio, con firmas como Isidoro Valcárcel Medina, Mercedes Cebrián, Eudald Espluga o Fabio de la Flor.
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En paralelo, discurrirán las actuaciones de Versonautas, Alberto Cortés, Joshua Idehen o Isabel do Diego, con la coronación final de Furtiva feat Omvra, que mezclará versos y música clásica en una sesión de baile nocturna.
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Por Ruth Díaz