Fuente: http://www.elliberal.com.ar/noticia/252855/daniela-rafael-escritora-oficio
Daniela se presenta sin credenciales, sin demasiado protocolo; como si todo se sobreentendiera. Sus primeras palabras fueron «No quiero fotos». Está claro que es una escritora. O en sus términos, una escritora de “oficio”, como ella prefiere llamar al acto de escribir desde un sentencioso «Para escribir hace falta tener oficio». Enroscada pero a la vez directa, y sobre todo consciente de lo que hace, prefiere hablar obviando un poco las preguntas. Y así lo hizo.
De profesión abogada, y dedicada a la narrativa desde muy chica, confesó que sus primeros libros fueron deglutidos en su natal Fernández. Esa temprana voracidad la llevó a dedicarse al mundo de las letras, con su corazón puesto en la narrativa. «No escribo poesía, creo que es difícil» expresó sin pensarlo demasiado. La escritora santiagueña visitó la redacción y nos contó, entre otros temas, sobre la revista literaria Los Inquilinos, sin dejar de proporcionar frases como «Hay mejores lectores que escritores».
Escribir es un oficio
-Partamos desde el comienzo, ¿cuándo te asumiste como escritora?
-Escribo desde que tengo conciencia, me recuerdo leyendo y escribiendo. No sé cómo llegué a los libros. Pero tengo el recuerdo de esa fascinación por el mundo que me parecía tan real. No importaba de qué época, me parecía tan real los lugares, los personajes, lo que vivían. Todo me parecía verosímil, y esa sensación que me provocaba la lectura me llevo a querer reproducir, hacer algo con las palabras. En realidad escribo en forma responsable desde hace 10 años. Escribí cosas antes, pero hace un tiempo recién tomé a la escritura como un oficio y no como un pasatiempo.
-¿Escribir en forma responsable?
- La escritura involucra una responsabilidad para conmigo. Con esto quiero decir que cuando escribo no estoy pensando en el que me va a leer, sino que provoque algo lo que yo escriba. Que pueda recrear en el otro lo que yo quiero.
-No es algo fácil de lograr
-Para nada. Yo creo que cuando uno escribe, tiene que pensar en que forma va a producir en el otro lo que a vos te produce determinada historia. Es como un desafío, hay que trabajar, escribir mucho, reescribir, estar abierto a las críticas, entre otras cosas.
-¿Hace falta críticos en la literatura?
-No hay formas de que crezcas en nada si no te expones a las críticas. Va a trascender el que tenga algo sustancioso, algo que esté bien hecho, que se distinga. Y esto no tiene mucha explicación. Cuando algo está bien hecho se nota.
-¿Y los lectores?
-Hay muchísimos y muy buenos lectores en Santiago del Estero. Creo que hay más lectores muy bien preparados que muy buenos escritores. Y a veces se ve otra cosa. Yo veo en Santiago muy buenos lectores, más de lo que la gente imagina. Especialmente gente muy joven. Se necesitan más librerías aquí.
-¿Qué es lo que tiene que tener un buen texto literario?
-Para mí, un buen texto tiene que comunicar algo. Tienes que jugártela, no ser naif. No veo a la escritura como un medio para reunir a amigos que digan y aplaudan lo que hago sin importar el valor de ese material. No me interesa tampoco la voz generacional, encasillarme en una temática o responder a un esquema de escritura que puede estar de moda. Me interesa la literatura como un acto de comunicación, válido y poderoso. No desde un modo de transcender, no tengo esa idea romántica.
-¿Te sientes conforme con tus textos?
-Ojalá pudiera trasmitir y hacer sentir lo que me provoca la escritura y la lectura, eso es lo que constantemente me moviliza. Es muy sencilla mi pretensión; escribir, hacerlo bien, lo mejor que me de mi capacidad y tratar de comunicar a los lectores que me lleguen a leer.
-¿Tus vivencias fueron disparadores para crear ficciones?
-Desde chica me encerraba a escribir. A los 7 años escribía sobre el mar y nunca había visto el mar. Leía mucho. No veía la hora de que llegue la noche para acostarme porque cerraba los ojos para imaginarme otra vida. En Fernández, a los 10 años, yo le daba una lista de libros a mi viejo para que me los consiga cuando venía a Santiago. La lista estaba detallada por orden de prioridades.
- Esas primeras lecturas han marcado tu camino como escritora
- Sí, lo que a mí me ha provocado la lectura creo que ha sido el disparador para que yo escriba. Sin embargo, creo que para escribir se debe tener disciplina. En el oficio debe existir ese elemento, uno de los más difíciles para mí, y para otros amigos también. Ese es un tema recurrente. Los que no nos dedicamos ni vivimos de la escritura, debemos hacer un ejercicio diario o al menos constante. Por otro lado, uno puede aprender a escribir, ser correcto, pero no un escritor extraordinario. Truman Capote decía que hay una gran diferencia entre escribir bien y el verdadero arte.
- Autores que te gusten, o referentes
-No podría definir a uno solo. Antes no buscaba los autores como busco ahora, en esta etapa de construcción de mi oficio de escritora. Pero si debo mencionar algunos libros esenciales creo que podría ser El entenado de Saer, Zama de Di Benedetto, o algunos libros de Pamuk. Me gusta también elegir los títulos por las editoriales, como La Bestia Equilatera. Pero me gusta la narrativa, me gusta la novela, las historias que me sorprendan por el modo en que han sido articuladas, está ahí el arte del buen escritor.
-Que me puedes decir sobre la narrativa de la provincia, teniendo en cuenta que hoy están desdibujadas las fronteras, entre geografías, escritores y lectores.
-En nuestra provincia tenemos gente muy valiosa, no solo como poetas sino como narradores, jóvenes y no tan jóvenes. Hay una producción literaria abundante y quizás muchas veces nos fijamos primero en los de afuera porque tienen un sello editorial que los legitima. Hace un par de años tuve el honor de presentar un libro de cuentos de Alberto Tasso, y me sorprendió el dominio de su oficio para hacer y deshacer la historia y transgredir reglas que uno a veces cree que solo las va a encontrar en escritores foráneos.
-Entonces un apartado especial para la literatura de Santiago
-Son gente muy talentosa y creativa. Veo moverse a muchos jóvenes, interesarse por hacerse visibles no solo a nivel local. Además buscan prepararse, y están más abiertos. Admiro a Claudio Rojo, Adrián Bonilla, Marta Terrera, son como mis referentes en Santiago.
-¿Y en poesía?
-Yo he aprendido a leer poesía con Belén Cianferoni, admiro la poesía de Belén. No escribo poesía, me parece muy difícil y admiro a aquellos que lo hacen bien.
-¿Que representa publicar un libro?
-No escribo pensando en publicar, pero en algún momento siento la necesidad de hacer público. Uno necesita esa devolución. Porque aunque sea malo lo que uno haya escrito, siempre es bueno lo que recibes. La publicación es como un combustible. Si lo has hecho bien, y te reconocen y te valoran, te da fuerza para seguir.
-En términos concretos, qué es para Daniela Rafael la literatura, y qué lugar ocupa en su vida
-No concibo mi vida sin la literatura, es parte de lo que soy, es mi forma, está dentro de mí. Es un aspecto vital mío. Y creo que la literatura no es escribir únicamente, uno puede estar una semana viendo televisión sin leer ni escribir. La lectura es una acción, una práctica activa, no una simple forma de ocupar el tiempo. La literatura te prepara, te abre el mundo, te hace más tolerante y una persona abierta.
LOS INQUILINOS
Los Inquilinos, es una revista literaria de narrativa producida en Santiago del Estero desde el 2012. Daniela Rafael, junto a otros escritores locales, fueron quienes llevaron adelante este proyecto.
“El inicio de la revista ha sido con Belén Cianferoni, y surgió como una idea de provocar una lectura en cualquier persona”, comenta Daniela.
Cada número contiene cuentos que responden a un eje temático, “Publicamos narraciones tanto de escritores santiagueños como de otras provincias. Pero también relacionamos los textos con otras disciplinas artísticas, como la pintura, la fotografía y el diseño gráfico”.
“Mezclábamos gente de la literatura con la no literatura” expresa la escritora quien dirige la revista dentro del grupo editorial Larvas Marcianas, “Ellos son los que están al frente de todo” aclara.
Los inquilinos, es distribuido por el sello editorial Larvas Marcianas, y forma parte de su catálogo. Se puede conseguir en librerías, ferias y eventos literarios. “Con su venta, se reedita la revista. El número que viene será de cuentos de terror”.
-¿Escribes narrativa de terror? “Me encantan las películas de terror, pero no escribo narrativa de terror, ni loca”.
GABRIEL HOYOS IZURIETA