Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/filandon/tomillo-caliza_1040670.html
La publicación en 1991 de Poemas 1927-1987 descubrió un poeta voluntariamente secreto que había nacido en Valverdín (municipio de Cármenes) y vivido, empleado en un negocio familiar, en Gijón, donde murió en abril de 1987. Al año siguiente, el libro recibió el premio nacional de poesía, gracias a los buenos oficios de Gamoneda, que formaba parte del jurado.
Era la primera vez que se otorgaba a una obra póstuma. Tres años después, en 1991, lo recibiría un amigo de juventud, Luis Álvarez Piñer, poeta también secreto que en 1990 vio editada su poesía con el título En resumen 1927-1988. Basilio y Piñer estudiaron juntos el bachillerato en Gijón, donde fueron alumnos de Gerardo Diego, después amigo y mentor literario. En la Facultad de Derecho, Basilio tuvo como compañero a Torrente Ballester, con el que mantuvo una intensa relación amistosa durante los años 1927-28. En la novela torrentina Filomeno a mi pesar aparece un personaje que es la contrafigura de Basilio. Después, salvo viajes y estancias esporádicas fuera, Basilio vivió en Gijón una existencia tranquila, escribiendo privadamente cuadernos de poemas descubiertos tras su muerte. En vida, y siendo muy joven, había publicado únicamente cinco piezas. Después guardó silencio, al menos públicamente, aunque nunca dejó de interesarse por la poesía, teniendo como guías y maestros, además de los clásicos, a poetas como Eliot y Pound, y más tarde a Lezama, Paz, Stevens y Cernuda, entre otros. No le interesaba la poesía que se hacía en España de los años cuarenta en adelante.
Acaso sea una de las razones por las que escribió su obra de modo clandestino, aunque no ignoraba el valor de lo que escribía. Otra razón la explica su personalidad, una cierta dejadez, el pronto cansancio de todo: «La obra no terminada se convierte en elemento de su propio trayecto poético», explica su sobrino Emiliano, que es quien ha dado a conocer la obra de su tío, primero en aquella edición del 91, después en sendas antologías de 2007 (editada por el Diario de León) y de 2009.
La obra que motiva esta reseña es Poesía completa (1927-1987), al cuidado una vez más de Emiliano Fernández, una edición espléndida, con cuidadosa lectura de los cuadernos de Basilio, anotaciones valiosas al final de cada poemario, la inclusión de borradores y, sobre todo, una sabrosísima introducción de más de 150 páginas, cuajada de datos biográficos, humanos y literarios.