Carmen Nozal: la poesía nos abre caminos

Fuente. https://www.razon.com.mx/cultura/carmen-nozal-poesia-abre-caminos-573013

La autora reúne 30 años de trabajo; “hay aquí evocaciones familiares, la Guerra Civil Española, desencuentros, paisajes de la infancia, vigilias, rumores...”, dice a La Razón.




La poeta y promotora cultural Carmen Nozal (Gijón, Asturias, España, 1964) presenta Samsara (Fondo Editorial del Estado de México, 2023), antología poética que resume más de tres décadas de trabajo con el verbo. Estrofas escogidas de Aguamor (1993), Vagaluz (1994), Hacia los flecos del frío (1994), Acueducto del sueño (1994), Juglar de silencio (1997), En el reino de la luz y otros poemas (1999), República (2017), Un látigo para domar la lengua (2020) y De la confesión nocturna (2021), entre otros cuadernos publicados en México y España.

Versos que enhebran reminiscencias familiares, quebrantos, dolores, marchas, exilios, piedades y fugas. Plegarias edificadas desde confesiones transparentes en que los ensueños reencarnan las rupturas con el crepúsculo rotulado en los espejos. “Detrás de mi sombra / vive mi sombra / Sueño / detrás del sueño”, proclama una voz que fluye junto a los acasos y deambula en la búsqueda de los fragmentos de la lluvia que calma la sed de los náufragos.

“La pesadilla del mar /se extiende en mi cuerpo”, subraya un eco dibujado en los horcones de la aurora.


Samsara nos da la oportunidad de entrar en una zona que tiene que ver con la Divinidad; no con una necesariamente religiosa, sino con lo Otro, lo diferente, el Numen del asunto. La poesía es algo que anda por ahí y que, al jugar con las palabras, al ponerlas unas frente a otras, la palabra nos abre caminos y nos hace navegar por significaciones desconocidas, que repercuten en nuestro propio imaginario”, ha dicho el poeta Eduardo Casar.

Nozal invita a conjurar emociones, traspasar los límites de la perplejidad, entonar los estribillos de la desolación y a aventurarnos por los sigilosos zaguanes donde se humedece el deseo en complicidad con deslumbramientos zurcidos a la realidad. Aquí, en estos folios, el “amor, ola que quiebra al agua / y estalla en luz”.

“He decidido publicar esta antología, la cual recoge lo mejor de mi trabajo lírico desde los años 90 del siglo pasado a estos días de gran impacto de voces femeninas en la poesía mexicana. Hay aquí evocaciones familiares, la Guerra Civil Española, desencuentros, paisajes de la infancia, vigilias, rumores, luces nómadas, contemplaciones, sombras, remordimientos, relojes incesantes, noches y letanías entre otras oleadas de la memoria”, dijo Carmen Nozal en entrevista con La Razón.

¿Confesiones urdidas desde la transparencia? Creo en la poesía como un acto de revelaciones desde la franqueza. Celebro la poesía mística de San Juan, más que todo por su tonalidad generosa. Lo digo en unos versos: “La luz / ojos de niña / para mirarnos frente a frente”.

Samsara: ¿por qué un título de solvencia en las filosofías orientales? Vocablo que está conceptualizado dentro del ciclo de nacimiento, transcurrir de la existencia, caída y encarnación en los contextos de religiones y filosofías antiguas del mundo. Pero, me interesaba más que todo la noción de franquear la presencia vivida por diferentes inflexiones. Propongo explorar en las emanaciones de la cadencia de los versos, de ahí mi interés de ‘marchar en complicidad’ con los lectores sobre las resonancias verbales.

¿Los poemas tomados de República son ‘autobiográficos’? Ese cuaderno se centra en episodios de la Guerra Civil española, está dedicado a muchos héroes que murieron en defensa de la República. Sí, hay muchos episodios que he descubierto de gestos de la familia. La guerra en todo su dolor mientras los celajes besan la ceniza de la muerte.

¿Lluvias, ausencias, lágrimas, crepúsculos, cristales empañados, juguetes heridos, silencios quebrantados...? “La palabra aguacero / venía a caballo entre la niebla”, escribo en uno de los poemas. Esta antología se nutre de muchas incidencias que transitan por las incisiones del cante jondo en la obsesiva reiteración, las conjuras del rezo y las alegorías de una plegaria impregnada en los azogues del dinamismo de la memoria.

Por:CARLOS OLIVARES BARÓ