La poesía completa de la autora de 'Entre visillos' nos señala que su magnitud literaria también fue una grandeza moral. Todavía la podemos recordar en el otoño o en el invierno de Madrid, era la boina de colores y el corazón apasionado.
La atracción que sentíamos por ella, la liberalidad por los usos literarios con los que había cruzado la postguerra le impedían ser, para nosotros, una momia del Café Gijón, alguien del pasado que se había refugiado entre las cucharillas y los alcoholes de las leyendas de una España superada.
La hacía famosa ya su cabellera blanca, su don para hacer de la amistad siempre un refugio. En la extravagante o fantasiosa manera de vestir de Carmen Martín Gaite se reflejaba su manera de vivir, siempre con un punto de locura hacia afuera, siempre con aquellos adentros llenos de secretos, de reflexiones o de soledades que escondía detrás de los visillos de su casa de Doctor Esquerdo.
POESÍA 'A rachas' Imagen - 'A rachas' Autora Carmen Martín Gaite Editorial La Bella Varsovia Año 2023 Páginas 157 Precio 15,90 euros Sabíamos que tenía heridas que nunca se habían curado del todo: algún amor imposible, la muerte de su hija Marta, pero que en la crónica de sus días siempre apostaba por hacer de la memoria, de la memoria vivida más o menos serenamente, un arma cargada de futuro.
Cuando en 1976, Jesús Munárriz editó por primera vez su poesía, en los inicios de Hiperión, se pudo comprender hasta qué punto Carmen Martín Gaite hacía de su biografía no solo el telón de fondo de sus poemas, de toda su literatura, sino que se convertía en la historia de las transformaciones que el tiempo iba haciendo de su experiencia del mundo. Allí estaba la historia de sus rostros, ese afán tan suyo por construir una identidad en cada cruce de caminos, por comprender a la desconocida que llevaba dentro. Toda vitalismo, quiso dar cuenta del caos y de los fulgores cotidianos, de los amores, de los temores y de las muertes.
Conversacional e intensa, se consideró una poeta a rachas porque creía que el poema, las imágenes, el ritmo y las ideas del poema solo le visitaban de vez en cuando como una súbita iluminación que trataba de explicar lo vivido. En la sencillez endiablada de su poesía había, por ello, como un rescate de esos momentos en los que brillaba la vida común, la existencia minúscula de una mujer, el conflicto entre memoria y tiempo.
Atravesó su época desde múltiples tonos y múltiples registros, pero no dejándose arrastrar por las derrotas sino con el deber de buscar unas migajas de alegría. No he venido al mundo, decía en las altas horas de la noche madrileña, a escribir una lamentación sino el autorretrato de una mujer que se defendió de ser vencida.
Buscó que cada emoción, que cada escalofrío fuera una forma de comprender ‘A rachas’, la poesía completa que ahora vuelve a editar La Bella Varsovia, nos señala que su magnitud literaria también fue una grandeza moral, que su biografía poética fue una meditación sobre esa intimidad donde se daban a la vez la cara y la cruz, la felicidad y la desgracia, la cúspide siempre rodeada por el abismo de sus soledades.
En el fondo, toda su obra habla de cómo superar la debilidad de vivir, de cómo buscar el fulgor en el drama de vidas que se van, de cosas que se van, de encontrar un sentido para que puedan ser restituidas.
Con su poesía Carmen Martín Gaite buscó que cada emoción, que cada escalofrío fuera una forma de comprender, que cada dolor se convirtiera en una forma de conocimiento y cada conocimiento en una poética de la ternura.
Por DIEGO DONCEL