En el penúltimo día de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, en el que los jóvenes conformaron el gran parte del público asistente y los niños quedaban asombrados con cuadernos que al abrirse dejaban escapar un castillo o un dragón, la Sala de Firmas del recinto se convirtió en un espacio para la poesía: “ésta es comunión, nos permite acercarnos y está en todas partes, incluso dentro de ella misma”, expresó Vladimir Rothschuh, autor del libro Alegoría del deseo.