Jesús Maroto: «Escribir es mi forma de combatir en esta guerra»

Fuente: https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/toledo/centenario-quijote/abci-jesus-maroto-escribir-forma-combatir-esta-guerra-202102282123_noticia.html Sale al mercado editorial ‘Mientras sigamos vivos’, una lucha poética contra un virus vengador. Sin moverse de la butaca en su soleado estudio toledano, el escritor y prologuista del libro Antonio Lázaro imagina al poeta Jesús Maroto emprendiendo un viaje al corazón de la pandemia, con la que lucha verso a verso en su nuevo libro ‘Mientras sigamos vivos’, editado por Celya y que acaba de ver la luz. —Durante la pandemia ha sacado usted tres poemarios. ¿Qué le ha impulsado a ello? —Escribir es mi forma de combatir en esta guerra. Caballero Bonald dijo hace poco que la pandemia viene a ser como la Tercera Guerra Mundial. De todas formas, es mi segundo libro, ya que el primero, Polvo y Gas, está escrito y programada su edición antes de todo esto, lo que ocurre es que su edición final coincidió con el confinamiento. —¿Cómo ha vivido estos últimos meses en que la resignación y la tristeza parecen haberse apoderado de la población? —Soy un ciudadano más que ha tenido que cambiar de hábitos y vivir de la forma más positiva posible la denominada nueva normalidad. —¿Qué libros ha leído estos meses? —He releído a mis poetas de cabecera: José Agustín Goytisolo, Roberto Juarroz, Los Machado… también a los místicos: Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Y no sólo poesía, he descubierto al novelista Bernardo Atxaga y me he leído prácticamente toda su obra. —Ha bautizado al virus como Venganza. ¿Es acaso una crítica a la sociedad actual, que merece venganza? —Así lo digo en el poema titulado: 'Todo es política'. Es una venganza, no sé si del hombre contra el hombre; si del animal contra el hombre, o si del medio ambiente (la naturaleza) contra el hombre. Pero está claro que la pandemia perjudica a corto plazo a toda la humanidad. No sé lo que nos deparará el futuro, cuando aún no ha terminado la pandemia, pero éste será, sin duda mejor si nos comportamos no ya como habitantes del mundo sino del cosmos. —Antonio Lázaro dice que usted es el más individualista de los poetas, pero en el fondo el más social. ¿Se identifica con ello? —Sí. Desde el punto de vista de que ejerzo una actividad que se gesta en soledad, pero cuya finalidad, y eso lo tengo muy presente, es llegar a los demás, comunicar. No escribo para mí. Escribo para todos. E intento poner mi granito de arena en esa tarea común de transformar, mejorándola, la sociedad. —¿Qué antídoto utiliza contra los virus que acechan al hombre? —Generando anticuerpos (risas) como todo el mundo. Y escribiendo. Los sanitarios se encargan de curar el cuerpo y los poetas el alma. Creo que la mezcla más potente para acabar con cualquier veneno es utilizar el cerebro y el corazón a partes iguales. —¿’Ni escribiendo se es libre del todo’? —Si antes dije que la poesía es comunicación, pues bien, comunicar es exponerse y eso da vértigo. Es desnudarse y eso da vergüenza, pudor. Y también porque no se puede escribir todo, aunque a veces lo deseemos con fuerza, hay que dejar lugar a la imaginación del lector y hay que ser respetuoso con las formas y los contenidos. Trato de ser poéticamente correcto. Ah, cuando la noche era atreverse, insinuarse, adivinarse, como una partida de naipes que se prolongaba hasta el amanecer. Este poema de arriba, ‘Nocturno’, quizá lo escribiera Maroto maldiciendo el toque de queda o, por qué no, el cierre perimetral, inquietantes palabras tristemente ya familiares en estos tiempos oscuros. Y quizá, en su calidad de poeta confinado, escribiera estos versos: Con frecuencia reparo en dos o tres cosas./En los ojos tristes del invierno./En la soledad de un domingo cualquiera./ Y en tus manos color avellana. En el primer aniversario del brote vírico en China, Jesús Maroto hace balance de este hecho en su poema ‘A un año del brote de Wuhan’, y escribe: Después/de tanto/amanecer/repetido,/qué poco/o nada/hemos/aprendido./No somos nadie en el barrio. María José Muñoz